Rebaño Negro
(a los cabros)
vi el Rebaño Negro
sus camisas rotas
y sus ojos son animales
riendo en la noche
sus camisas rotas
y sus ojos son animales
riendo en la noche
aprietan mis manos
en trenes y calles
confiesan
aquí estamos
en trenes y calles
confiesan
aquí estamos
reales en el viento
algunos parecen niños heridos profundamente,
y profundamente perdidos en bosques en llamas
otros parecen niños condenados a muerte
algunos parecen niños heridos profundamente,
y profundamente perdidos en bosques en llamas
otros parecen niños condenados a muerte
vi ayer
atentamente con ellos
las lejanas luces
que caen del cielo
atentamente con ellos
las lejanas luces
que caen del cielo
guardamos la
esperanza
entre cigarros rojos
recogidos de comisarías
y paredones
entre cigarros rojos
recogidos de comisarías
y paredones
algunos lanzaban
piedras
contra los vidrios de antiguos prostíbulos
contra casas embrujadas
contra la máquina
contra los vidrios de antiguos prostíbulos
contra casas embrujadas
contra la máquina
otros subían y
bajaban las escaleras de Valparaíso
arrastrando el corazón
luminosos / intactos
con esos ojos de animales
de botillerías que solo trae la niebla
arrastrando el corazón
luminosos / intactos
con esos ojos de animales
de botillerías que solo trae la niebla
Algunos se besan
furiosamente
tratan de iluminar los rincones
oponerse a la tempestad
tratan de iluminar los rincones
oponerse a la tempestad
y corren por la
memoria
se recuerdan de niños
bellos
sin miedo a nada
saltan al vacío de la sangre
y de estas banderas
sin derecho a cansarse
se recuerdan de niños
bellos
sin miedo a nada
saltan al vacío de la sangre
y de estas banderas
sin derecho a cansarse
de vez en cuando
encuentro a uno con quien ver de cerca
los cerros abiertos contra el mar
lentamente, sin prisa
hablamos del café, de la pereza, de robos,
las carreras enloquecidas
leo los poemas que me deja su sombra
antes que partan cuando amanezca
encuentro a uno con quien ver de cerca
los cerros abiertos contra el mar
lentamente, sin prisa
hablamos del café, de la pereza, de robos,
las carreras enloquecidas
leo los poemas que me deja su sombra
antes que partan cuando amanezca
vi el Rebaño Negro
caminar por abismos cementerios y plazas
que jamás superarán al otoño
caminar por abismos cementerios y plazas
que jamás superarán al otoño
ellos saben que los
días no se guardan
ni se cuentan
el camino a la tumba de tus padres
arderá de maleza salvaje
el río traerá agua que no limpiará tu rostro
ni se cuentan
el camino a la tumba de tus padres
arderá de maleza salvaje
el río traerá agua que no limpiará tu rostro
cuando la jornada
acabe
nuestra sangre y nuestra risa
serán luces que solo oirán
los que enloquecieron
mirando el río
que corre bajo los puentes
nuestra sangre y nuestra risa
serán luces que solo oirán
los que enloquecieron
mirando el río
que corre bajo los puentes