Las posibilidades de retratar la ciudad

Las posibilidades de retratar la ciudad

(texto para la exposición de fotos en Mercado Cardonal organizada por El Escaparate) 

el anciano se mira al espejo
el espejo repite las imágenes
el poema es un espejo
los gemelos son idénticos
mi hermano está en el lado contrario
nos vestían iguales
yo soy contrario al gobierno
los hermanos no se avienen
uno dice blanco
el otro dice negro
uno dice rojo
el otro dice negro
poema 60 / millán
No debemos olvidar que somos parte de la naturaleza antes que miembros de la sociedad. En tanto recordemos esto, el arte, la cultura, las prácticas comunitarias y humanas serán parte de otra cosa distinta a la ciudad.
La imagen nos conecta a todos. Es un lenguaje comunitario uy no elitista como mucho fotógrafo quiere hacernos creer. La imagen es una comuna, no una ciudad. Como una plaza ocupada, como una  casa tomada, como un espacio, de repente, recuperado.
¿Qué buscamos en la ciudad?
La ciudad es irretratable, ya que su esencia es lo siniestro. Y como todos sabemos, lo siniestro no tiene rostro. Las ciudades, por lo tanto, son invisibles en nuestra búsqueda. No hay imágenes en la ciudad, más que cuando esta está ocupada, cuando está en proceso de cambio. Eso hay en las imágenes aquí congregadas. Una calle, un rostro, una mujer, un hombre, un niño, y su tránsito, su sombra contra el muro.
Las ciudades son accidentes que no sobrevivirán al bosque, dice Jorge Teillier, y quisiéramos creer todo esto.  Así lo hacen las mujeres y hombres que luchan todo el día, contra el trabajo, contra el tedio, contra la ruina. La porfía de seguir levantando las baldosas en busca de la arena de playa es el momento irrepetible, el momento inalcanzable que muchos de los fotógrafos buscan.
Los buscó Larraín al perderse en estas calles, lo buscó Rodrigo Rojas de Negri al perderse en las barricadas de los 80, es la ciudad que perseguía Montecinos, la ciudad que perseguía el Pepe Durán, la ciudad de los acorralados de Héctor López,…
Llega el momento en que las ciudades se queman. Cierran las oficinas, las cabras y cabros no convocan marchas, se incendian las farmacias. Se queman hasta los negativos. Y solo quedan las imágenes.